11 enero 2007

Primeras experiencias de Juande en la Misión


Amigos y lectores del blog de la misión diocesana:

Soy Juan de Jesús, por la gracia de Dios, sacerdote de Jesucristo, o padre como aquí cariñosamente nos llaman los venezolanos: el padre Juande.

El 28 de noviembre salí de Málaga para incorporarme al equipo sacerdotal de la misión diocesana en Caicara del Orinoco, y me siento bendecido por estar aquí. Por eso, escribo para compartirles y comunicarles mis primeras impresiones, lo hago sobretodo para que juntos demos gracias a Dios por el trabajo y el amor que extiende la Iglesia de Málaga a estas tierras del Orinoco.

Me siento agradecido a Dios y a D. Antonio, Obispo de Málaga, por haberme invitado y enviado a este lugar, lo acepté confiado en Dios, no sin las dudas de estar a la altura de esta misión, hubo muchos que me animaron, otros no tanto, pero unos y otros con amor y respeto me apoyaron. Ya estoy aquí y por ahora todo bien.

Es cierto que aquí vienen los recuerdos y de cómo he llegado hasta aquí, recuerdo con amor y gratitud a mi familia, mi madre y mis hermanos, el recuerdo de mi padre, amigos, Apizaco, la tierra que me vio nacer, y México mi patria; las comunidades de las que tanto aprendí; una larga lista de personas concretas, mi etapa en el Perú, en Toledo, el Seminario de Málaga, la Parroquia de Ntra. de Flores; cómo olvidar a Cuevas de San Marcos y Cuevas Bajas; la sierra de Ronda, Algatocín, Genalguacil, Jubrique, y luego en la Axarquía: Canillas de Aceituno, Sedella y Salares, a tantos amigos, muchos hermanos, y los compañeros y alumnos en los institutos en los que trabajé como profesor de Religión, IES “Valle del Genal” en Algatocín y el I.E.S. “Alta Axarquía” de Periana. Lo cierto es que nunca me he sentido solo y mas aún aquí, estoy lleno de gratos recuerdos pero sobre todo de testimonios de fe y amor. Entre ellos mis compañeros sacerdotes, hermanos y amigos, gracias a Dios muchos buenos y santos sacerdotes.

He tratado de adaptarme a la vida de la misión y los cambios, mucho calor, mosquitos y bichos que no son muy de mi agrado, aunque criaturas del Señor, pero mientras más lejos, mejor; a las largas distancias, comidas, horarios, maneras de ser, pensar y de actuar, que aunque como mexicano no desconocía, siempre es novedoso. Sorprendido del trabajo hecho y lo que queda por hacer… Es impresionante.

Qué grande el trabajo y el amor puesto en estas tierras, de los anteriores sacerdotes malagueños que han sembrado la Palabra, no sin sacrificios y trabajos, a costa de su salud; que grandeza la de la Diócesis de Málaga y todos los bienhechores que apoyan espiritual y económica todas las obras apostólicas que realiza la misión: sencillos y humildes templos, escuelas, atención a enfermos e indígenas, talleres de formación, y sobre todo presencia… presencia entre los mas pobres. Dios es anunciado y proclamado, la Buena Noticia llega con nuestros escasos recursos a comunidades sin templos, sin luz, pero cualquier árbol o sombra o churuata se convierte en el Templo abierto de Dios, y la luz de la gracia todo lo envuelve.

Creo que los que trabajamos aquí lo tenemos claro, lo nuestro es Evangelizar, es ser Iglesia, es ser presencia. De esto me siento satisfecho por encontrar en el equipo como lo decía D. Manuel Gonzalez, “Evangelios vivos, con pies de cura”. Soy un testigo privilegiado de estas vocaciones misioneras, almas generosas y entregadas.

Este gran país, como cualquier otro lugar del mundo, es bello y hermoso, el Río Orinoco es la referencia de su majestuosidad, y también como en cualquier otro lugar del mundo la realidad nos interpela. Y en ella hay que buscar la voluntad de Dios.

Hay cosas que todavía no alcanzo a entender, menos comprender, no sé si algún día llegaré a hacerlo. Lo que si es cierto es que aquí Dios actúa, es la fuerza y la esperanza de los pobres, los humildes y sencillos.

La riqueza de este país es inmensa, pero es notable las diferencias sociales, “ricos mas ricos a costa de pobres cada vez mas pobres”. Se pretende que las ideas den de comer, pero a la larga las ideologías solo son ideas huecas y vacías, escasas de pan y de trabajo… cosecha de pobreza y marginación… productoras de dolor y sufrimiento, ideas impuestas, que alejan de la realidad y que ocultan la verdad, ideas humillantes y denigrantes de la imagen del hombre creado por Dios… ideas que esclavizan y destruyen el gozo de la libertad… implantándose la libertad y la alegría fingida.

Me refiero a la corrupción, al chantaje, a la injusticia, a la idea del pan para hoy y el hambre para mañana, a la pérdida del sentido, de dar la espalda a Dios, de utilizarlo y de manipularlo…aquí muchos viven una actitud que llamo “ resignación pasiva”, que resignadamente me revienta…

Sin embargo, lo que me llena de alegría es la gente sencilla y humilde que vive su fe, que sonríe en medio de su pobreza, que busca a Dios y que ora todos los días. Acabo de llegar y ya amo esto, aquí contemplo día a día el milagro de la vida, del sacrificio, de la fe vivida. Los pobres realmente son un espacio de Dios, porque Dios vive entre ellos. Creo que cada día el Señor me da razones y motivos para estar aquí, y no me cansaré de bendecir a la Iglesia Malagueña por todo el bien que hace aquí.

El Sr. Arzobispo de Ciudad Bolívar, persona entrañable y sencillo, un hombre de Dios; con el acuerdo del equipo sacerdotal me ha nombrado párroco de Sta. Rosalía y Sta. Bárbara las Bonitas y desde allí atiendo pastoralmente (en lo que se puede porque es muy extenso), otras comunidades: San Pedro, La Colmena, La Broma, La Pastora, La Raya, La Candelaria, Quiribití, La Culebra, Urquía, Barrialón, Los Pozos de la Tigra, Sta. Catalina, Cuchivero, y también colaboro en Caicara del Orinoco atendiendo la Capilla del Sagrado Corazón en el barrio de Menca de Leoni, que por cierto necesita urgente reparación o pronto se caerá por fallos del suelo; ayudo en lo que puedo a la parroquia de la Luz, y también colaboro en el APEP (Asociación de Promoción de la Educación Popular) es un centro de formación que capacita a los jóvenes de secundaria para el trabajo y el empleo, hay talleres de cocina, informática, comercio, fontanería, electricidad, madera y herrería, manualidades. También me he hecho cargo de la atención pastoral de los programas religiosos que afortunadamente tenemos en la Radio, Selva 88.9 y Palmera, 102 FM, por las mañanas a las 6 proclamo el Evangelio del día, y a medio día rezamos el Angelus, mas otros programas, hay muy buenos colaboradores y queremos formar un equipo formado y preparado para ofrecer el Mensaje del Evangelio a donde no llegamos. También visito las escuelas y liceos que están en mi zona, es impresionante el número de niños y el respeto que tienen, me encanta su alegría, a pesar de su timidez y de sus graves carencias de todo tipo. Y atender la Legión de María, al Apostolado de la Oración, las catequesis, los grupos de jóvenes, los bautizos, atender a los catequistas que preparan a los niños de primera comunión y confirmación, las distancias lo complican todo, hay zonas que no tenemos templo, ni luz, no hay teléfono ni carreteras, son caminos de trilla, la misión me deja un Toyota 4x4, es un buen coche pero ya tiene un buen recorrido, esta semana ha estado en el taller 2 veces, y es el mejor carro que tenemos, hay muchas anécdotas y cosas que contar y lo iré haciendo poco a poco.

Cómo verán amigos del blog, hay mucho que contar pero el resumen es, que estoy feliz de estar aquí, que agradezco a Dios a la Iglesia de Málaga por esta misión, que recuerdo agradecido a todos los que en el camino de la vida me han ayudado a que llegara hasta aquí; que todavía hay mucho por hacer y pedirle de favor, no dejen de ayudarnos y de colaborar espiritual, y materialmente, y que los frutos de la navidad y los propósitos del nuevo año, haya un espacio y un lugar en tu vida para los mas pobres, para los misioneros, para esta misión, y para este rincón de Venezuela.

Vuestro amigo y hermano.

P. Juande.

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